Se estima que cerca de 4 millones de personas dejaron Venezuela entre 2015 y 2018, debido a la situación política, económica y social que vive el país. La magnitud de gente desplazada en tan corto tiempo, sumado a la hiperinflación anual cercana al 500.000% (a septiembre de 2018), y al incremento de los niveles de pobreza (que afectarían a casi el 90% de la población), han hecho que este proceso haya sido considerado como el mayor fenómeno migratorio mundial desde la crisis en Siria (Banco Mundial, 2018).
En dicho contexto, y en términos oficiales, Colombia sería el país de la región que más venezolanos habría recibido. Según cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia (2019), en dicho país residirían cerca de un millón doscientos mil venezolanos. De ellos, más del 40% estarían de forma irregular, ya sea por haber superado el tiempo de permanencia, o bien, por haber ingresado sin autorización al país (ACNUR, 2019).
A partir de ello, a fines del año pasado el Banco Mundial -en conjunto con actores del sector público, privado y de la sociedad civil-, elaboró el informe “Migración desde Venezuela a Colombia: Impactos y Estrategia de Respuesta en el Corto y Mediano Plazo”. En él se detallan los principales impactos sociales, sectoriales y económicos que la migración sostenida de venezolanos estaría teniendo en los municipios de mayor recepción migratoria en Colombia.
La difícil situación socioeconómica de los migrantes y la presión que esto conllevaría en la articulación y coordinación entre instituciones locales y nacionales; el aumento acelerado en la demanda por el acceso, no solo a servicios básicos, sino que también al mercado laboral y la consecuente competencia por acceder a los –cada vez más limitados- puestos de trabajo, son solo algunos de los factores analizados en el Informe.
Y si la respuesta del Gobierno colombiano ha estado marcada por distintos paquetes de medidas desde 2015 a la fecha, que incluyen, entre otras, una mejora en la gestión de acceso a los servicios básicos de la población migrante, mayor seguridad y control en las fronteras (Banco Mundial, 2018); conviene también preguntarse qué rol le debiese caber a la sociedad civil colombiana y, particularmente a las organizaciones no gubernamentales (ONGs), en todo este proceso.
Ocurre que en las últimas décadas, y esto a nivel a global, la estrecha colaboración de las ONGs con sus respectivos gobiernos (que, a la vez, suelen ser sus principales donantes), ha generado que las ONGs, además de ‘prestar servicios’, queden ‘al servicio’ de una estructura económica que parece incuestionable. Ésa que asume que la pobreza y las desigualdades son parte de un modelo que no se puede cambiar. Y es que, al colaborar en la facilitación del acceso a bienes básicos (sea porque es económicamente más eficiente, por las falencias del gobierno de turno o, simplemente por un afán neoliberal de reducir la importancia del Estado), las ONGs han perdido su esencia. Ésa que en los años 70s y 80s en Latinoamérica desafiaba a los gobiernos represores, respondía ante las organizaciones comunitarias, luchaba por los derechos humanos y la justicia social.
No debemos olvidar que los fenómenos migratorios están condicionados por el contexto político, social y económico de un país; por la falta de oportunidades, la situación de pobreza y vulnerabilidad a la que queda expuesta su población. Ante ello, las ONGs tienen que ser capaces de volver a su origen, ayudar en la entrega (no solo de servicios básicos, sino que también) de insumos para una sociedad más informada, donde prime el diálogo entre los distintos actores, se responda ante los más vulnerados y se pueda respetar al otro en cuanto otro. En caso contrario, se corre el serio riesgo de caer en esa cuestionable mezcla de xenofobia -rechazo al extranjero- y aporofobia -rechazo a la persona en situación de pobreza-, que condiciona el diálogo y la solidaridad entre los pueblos.
(Por: Juan Pablo Winter- Coordinador de Políticas Públicas y Participación)
Referencias:
- ACNUR (2019). ‘Refugiados y migrantes venezolanos’. Disponible en: https://www.acnur.org/5c6c23864.pdf.
- Banco Mundial (2018). ‘Migración desde Venezuela a Colombia: Impactos y Estrategia de Respuesta en el Corto y Mediano Plazo’. Disponible en: https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/30651.
- Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia (2019). Comunicado Oficial de Dirección de Migración. Disponible en: http://www.migracioncolombia.gov.co/index.php/es/noticias/381-asi-ven-los-medios-a-mc/prensa/comunicados-2019/enero-2019/9856-colombia-finalizo-el-2018-con-mas-de-un-millon-174-mil-venezolanos-dentro-de-su-territorio-director-de-migracion-colombia.